El Remedio para un Mundo que se ha Vuelto Tóxico

Es la Palabra del Año – «tóxico/a». Cada año los Diccionarios Oxford eligen una palabra o expresión para que refleje el año que transcurre en términos lingüísticos. Sus datos muestran que la gente usó el término para describir una amplia gama de situaciones. Cosas como los sitios de trabajo, las escuelas, las relaciones, las culturas y el estrés. Se usa comúnmente sobre el debate político y la retórica, por supuesto. «Al revisar este año en términos lingüísticos, nos encontramos repetidamente con la palabra ‘tóxico/a’ que se utiliza para describir un conjunto cada vez mayor de condiciones a las que todos nos enfrentamos… La palabra ‘tóxicos’ parece reflejar un creciente sentido de cuán extremos, y a veces radioactivos, sentimos que se han vuelto los aspectos de la vida moderna». ¿A qué se debe esto y cuál es el remedio?

Tóxico se define como «venenoso» y este es el origen de la palabra. En la Biblia se usa a menudo para describir el pecado y sus efectos. En particular, la lengua operada por el pecado es indomable y «un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal» (Santiago 3:8; Salmo 140:3; Salmo 58:4). Los efectos venenosos son inevitables a medida que el pecado crece sin control y domina la vida de los individuos y las comunidades.

Lo mismo ocurría con Israel cuando se rebelaba contra Dios; el corazón humano es el mismo. En los tiempos de Oseas, la sociedad se había vuelto tóxica en la nación de Israel. Hubo muchas palabras, pero fueron palabras vacías. Hubo promesas y acuerdos, pero fueron engañosos y rápidamente se rompieron. «Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto». También habían quebrantado la fe en Dios en su profesión religiosa; no se podía confiar en sus palabras. Dios iba a juzgarlos abandonándolos en sus pecados para que se desenfrenaran. Oseas usa una ilustración para describir los efectos de esto. Es como un ajenjo venenoso que se apodera de los surcos del campo en lugar del trigo (Oseas 10:4). Fueron invadidos por los efectos venenosos de su pecado.

George Hutcheson comenta al respecto. Usaron palabras vacías y falsos juramentos en sus acuerdos tanto con Dios como con los hombres. No guardaron ninguno de ellos, por lo que el juicio brotaba «como ajenjo». Debido a su corrupción e infidelidad, los frutos amargos y mortíferos de la injusticia en lugar de la justicia, brotaban por toda la tierra. Es un cuadro triste, pero más adelante en el capítulo encontramos el remedio para ello en el arrepentimiento, la fe en Dios y en Su bendición. Esto es lo que nuestro mundo tóxico necesita.

1. El Porqué las Cosas se Vuelven Tóxicas

(a) Palabras Vacías
Dios no puede soportar las palabras vacías y las profesiones del hombre, ya sea en la religión o en sus tratos privados. Se dijo de Israel, ellos «han hablado palabras» – meras palabras.

(b) La Confianza Ha Desaparecido

Los juramentos y pactos de hombres impíos con Dios o con otros hombres no son más confiables que sus palabras. Es la causa de una triste disputa cuando así es. Esta carga se suma a la anterior: «jurar falsamente al hacer un pacto» (véase también Levítico 26:25; Ezequiel 17:15; Salmo 15:4).

(c) La Falta de Confianza Conduce a Toda Injusticia

Cuando existe tal hipocresía y engaño al no tener conciencia de los juramentos y pactos, el pueblo está listo para toda injusticia. Serán abandonados para que produzcan tantos frutos de injusticia que resultará amargo y mortal para los oprimidos. Dios también lo considerará amargo e intolerable. El juicio brota igual que el ajenjo, por su naturaleza y abundancia.

(d) Dios Ve Más Allá de las Apariencias Externas 

Las profesiones y apariencias falsas y fingidas, no pueden ocultar la verdadera naturaleza del pecado ante el ojo omnisciente de Dios. Él usa medios con la intención de hacer a un pueblo justo, pero esto hace que su injusticia se muestre aún más repugnante. Israel bien podría haber hecho una profesión externa y esfuerzos por producir frutos buenos y justos (como un granjero arando un campo).  Dios había provisto los medios para esto (un campo fertilizado). Pero en cambio, el juicio estaba brotando como ajenjo en los surcos mismos del campo y no sólo en el terreno baldío.

El Remedio Para una Condición Tóxica

El remedio para esto es mencionado al final del capítulo en el verso 12. Sigue utilizando la metáfora de sembrar un campo, pero esta vez mantiene la promesa de una verdadera rentabilidad. Se les dice: «Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia». Esta es una exhortación al arrepentimiento y a la reforma. Deben sembrar los frutos de justicia con la promesa de que cosecharán los frutos de misericordia. Deben romper y fertilizar el suelo duro y silvestre de su corazón. Esto mostraría su verdadero arrepentimiento. Él promete perdonar sus pecados y vestirlos con la justicia de Cristo.

(a) Las Amenazas Más Severas de Dios son Llamados al Arrepentimiento

Cuando el Señor es más severo en sus amenazas, debemos considerar esto como una exhortación al arrepentimiento con promesas implícitas. Si prestasen atención a este hecho, ¿quién sabe lo que podría hacer la misericordia con la peor persona o personas del mundo?

(b) Los Frutos de Justicia son Evidencia del Arrepentimiento

Los frutos de justicia en relación a la segunda mitad de los Diez Mandamientos son las evidencias verdaderas del arrepentimiento y la conversión a Dios a través de la fe en Jesucristo. Es por eso que Él exige sembrar en justicia, o cumplir con los deberes de justicia. No se trata de que esta justicia resuma la totalidad de su conversión, sino que simplemente son sus evidencias y frutos.

(c) Dios Requiere Diligencia en el Arrepentimiento

Su deber se expresa utilizando términos tomados de las duras labores agrícolas, en particular la siembra. Al sembrar, los agricultores deben esperar la recompensa de su trabajo y los que se arrepienten deben contentarse esperando la bendición de Dios (ver Salmo 97:11; Santiago 5:7).

(d) Dios Exige el Arrepentimiento para Nuestro Beneficio

Dios no busca la obediencia porque la necesite. El beneficio es para los que se arrepienten: «Sembrad para vosotros», dice.

(e) La Cosecha de la Justicia Puede Tardar

La justicia puede parecer como olvidada y perdida por mucho tiempo, como una semilla bajo la tierra. A su debido tiempo, sin embargo, traerá una bendita cosecha de gracia. Dios Dice: «sembrad» y «segad» (ver Salmo 126:6; Gálatas 6:9).

(f) Aquellos Que Son Verdaderamente Justos Dependen Sólo de la Misericordia

Aquellos que verdaderamente andan en justicia huyen a Cristo en el Pacto de Gracia, y obtienen fortaleza de Él para una nueva obediencia. Ellos sólo miran a la misericordia de Dios y no a su propio valor. Esperan segar para sí «en misericordia».

(g) Necesitamos una Nueva Naturaleza para Producir Justicia

No podemos cosechar ningún fruto (a pesar de nuestra diligencia) hasta que nuestros duros corazones, que no están acostumbrados a ningún bien, sean cambiados y acondicionados a una nueva y fructífera condición. Dice también: «haced para vosotros barbecho». Esta metáfora es tomada del arado para enseñarles que sus corazones son tan silvestres como lo es la tierra que no está acostumbrada a ser arada. Debe hacerse un gran esfuerzo de humildad y arrepentimiento.

(h) No Debemos Despreciar las Oportunidades para Arrepentirnos 

«Es el tiempo de buscar a Jehová» a la vista de cuánto tiempo habían despreciado o rechazado buscar a Dios en el pasado (ver 1 Pedro 4:3). Mientras los pecadores sean preservados e invitados al arrepentimiento, seguirá siendo un tiempo aceptable. Tales oportunidades no deben desaprovecharse.

(i) No Debemos Rendirnos en la Búsqueda de Dios

Aquellos que buscan a Dios sinceramente para disfrutar de Él no se darán por vencidos hasta que Él venga. Ellos «buscan a Jehová, hasta que venga».

(j) Dios Promete Derramar sus Bendiciones

Aquellos que buscan al Señor sincera y constantemente no sólo lo encontrarán a Él, sino que Él vencerá todos los obstáculos que ellos no pudieron superar. Él viene y hace que llueva justicia, derramando bendiciones gratuitamente, y los refresca después de todas sus labores en pos de Él.

(k) La Justicia de Cristo es la Gran Bendición

Dios refrescará gratuitamente a Su pueblo cumpliendo las promesas que esperan. Él cumplirá muchas de ellas en forma conjunta con un chaparrón. Esto compensará los retrasos prolongados. Él los refrescará bajo la sombra de la justicia de Cristo (su mayor esperanza) y sus ricos frutos. Él «os enseñará justicia» significa que [hará llover sobre ellos] Su justicia al cumplir fielmente Su promesa al igual que Su justicia imputada y dada gratuitamente. Esta es la justicia imputada de Cristo, la cual es testificada por la ley y los profetas (Romanos 3:21-22).

 

Second Reformation Author: George Hutcheson

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