«Sin arrepentimientos» es probablemente el lema de vida más popular en la actualidad. Pareciera que casi todos se lo atribuyen a sí mismos. Significa vivir el momento sin pensar antes o después de tus acciones. Consigue lo que quieres de la vida. No admitas que alguna de las decisiones que has tomado fue incorrecta. Pero tal filosofía es inevitablemente destructiva. Una persona que no se arrepiente de nada es una persona sin conciencia. ¿Pueden las personas realmente marcharse después de las rupturas matrimoniales, etc., diciendo «sin arrepentimientos»? ¿Acaso no hay palabras y acciones de las que nos arrepentimos? ¿Nunca le hemos hecho daño a alguien de alguna manera? Sin embargo, existe una manera correcta de vivir sin arrepentimientos. Una que toma en cuenta seriamente la conciencia.
La idea mundial del «sin arrepentimientos» sepulta la conciencia y se rehúsa a ser afectada por la culpa. De hecho, la única manera de vivir realmente sin arrepentimientos es tomarse la conciencia tan en serio como sea posible. Es vivir una vida con lo que James Durham denomina «una conciencia serena y sonriente». Él la llama «El cielo en la tierra». Por supuesto ninguno de nosotros es perfecto, tendremos algunas cosas de qué arrepentirnos. Pero he aquí cómo vivir con el menor número posible de remordimientos de conciencia.
1. ¿Qué es Vivir sin Arrepentimientos?
Esto es lo que el apóstol Pablo estableció como su meta. Hizo su más sincero esfuerzo tratando de tener su conciencia limpia ante Dios y ante los hombres (Hechos 24:16). Durham dice que es un excelente ejemplo a seguir porque resume la vida cristiana. También dice que es el alma y la vida misma de la religión y que si no está presente no hay verdadera religión.
- ¿Cuál era el gran objetivo de Pablo? Vivir de tal manera que nunca ofendiera a su conciencia ni dándole motivos para que hiciera un mal reporte de él.
- ¿Qué tanto abarcaba esto? A todos: a Dios y a los hombres, él haría su deber para con ambos, y sería hallado sin ofensa hacia ninguno de ellos. Todas las cosas: en todas las acciones, en compañía, lugares y tiempos. No sólo en los momentos especiales, él se propuso siempre ser constante y consistente en esto.
- ¿Cómo lo hizo? Era un asunto serio. Así como un hombre que lucha por su vida maneja cuidadosamente sus brazos, así Pablo se comportó en todas las cosas como si su vida dependiera de cada acción o palabra.
2. ¿Por Qué es Importante?
- Existen varios tipos de ofensas hacia Dios y hacia los hombres que podemos cometer.
- Todos tenemos una conciencia interior que toma nota de cada aspecto de nuestra conducta. Se influencia de esto y nos influye a nosotros.
- Todo lo que ofende a Dios o a los hombres, ofende también a la conciencia; todo lo que atenta contra la ley de Dios daña a la conciencia.
- Es algo excelente para un creyente vivir de tal manera que mantenga la conciencia siempre limpia de ofensas hacia Dios y hacia los hombres. Es muy grave ofender a cualquiera de ellos en todo momento con la conciencia.
- Todos (especialmente los creyentes) deben vivir de esta manera para que siempre tengan la conciencia limpia de ofensas. No es sólo un deber, sino un excelente medio para fomentar la santidad.
- Es una exigencia intentar honestamente mantener nuestra conciencia siempre limpia de ofensas.
- La conciencia es dejada a que abunde en ofensas cuando estas exigencias son desatendidas o no están seriamente involucradas.
3. ¿En Qué Consiste?
(a) No Cometer Ningún Pecado Conocido
No habrá buena conciencia si lo hace. Viva de un modo que no sea contrario a lo que usted sabe.
(b) No Omitir Ningún Deber Conocido
Todo pecado le hace daño a la conciencia, pero el pecado que conocemos y aún así lo cometemos, y el deber que conocemos y aún así lo omitimos, atenta contra la conciencia incluso de manera más directa. Usted que sabe que el Día de Reposo debe guardarse santo, que debe orar en secreto, y en familia, que no debe hacer tropezar a los demás, etc. Tenga cuidado de no encontrarse con estos peligros que son opuestos a su conocimiento.
(c) No Hacer Nada Dudosamente
Aquellos que hacen algo y aún así dudan si deben ser enjuiciados y condenados en ese asunto en particular (ver Romanos 14:23).
(d) Cumplir con los Deberes de Manera Correcta
Esfuércese por cumplir con sus deberes de manera correcta y con el propósito correcto. No basta con orar o hacer cualquier otro deber encomendado. Eso no tranquilizará la conciencia si no se procura hacerlo de la manera correcta y con el propósito correcto. La actividad es lícita, pero la conciencia le condenará por la forma en que lo hace.
4. ¿Cómo Nos Ayuda Espiritualmente?
- Nos concede mucha confianza para acercarnos a Dios (1 Juan 3:21).
- Nos da una razón para creer que nuestras oraciones serán escuchadas (1 Juan 3:22).
- Nos mantiene alejados de muchos pecados.
- Nos hace la vida alegre (Proverbios 15:15) y guarda nuestro corazón con paz (Filipenses 4:7).
- Es dulce en la aflicción (2 Corintios 1:12).
- Es dulce cuando se acerca la muerte (2 Reyes 20:3).
5. Cómo Vivir sin Arrepentimientos
(a) Esfuércese por Ser Claro
Esfuércese por ser claro en los asuntos de Dios y en lo que concierne a su propio bien. «Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente» (Romanos 14:5). No es posible para aquellos que ignoran lo que Dios requiere mantener una buena conciencia. Desconocen cuándo pecan o cuándo hacen bien su deber. Muchos hombres sabios y ricos pueden hablar correctamente de las cosas de este mundo pero son ignorantes de las cosas de Dios.
(b) Preste Atención a la Conciencia
La mayoría sigue lo que su propia razón y voluntad prefieren, y lo hacen sin siquiera preguntarse qué diría la conciencia correctamente informada por la Palabra de Dios. Esto hace que muchos digan y hagan precipitadamente cosas de las que se arrepienten después. Consulte seriamente con su conciencia y no peque (Salmo 4:4). No permita que el consejo de carne y hueso se interponga entre Dios y usted y le convenza. Por supuesto que no debemos tomar todo desde nuestra conciencia sin razones, esta es una regla menor a seguir. Escuche lo que dice la regla mayor de la Palabra de Dios. Ponga a prueba algo trayéndolo a la conciencia, y luego ponga a prueba su conciencia pidiéndole que le dé una razón basada en la Palabra de Dios.
c) Cuídese de andar en Contra de la Conciencia
Tenga cuidado de andar en contra de la conciencia en lo más mínimo. Absténgase de todo lo que parezca entrar en conflicto con ella. La conciencia es muy sensible; si no respetamos a la conciencia, podemos provocar a Dios a que nos abandone para que hagamos lo que queramos.
d) Escuche a la Conciencia
Escuche lo que dice la conciencia antes de hacer cualquier cosa. Considere también cómo actuó después de acuerdo a su conocimiento de lo que es correcto. Pablo junta la buena conciencia con la sinceridad (2 Corintios 1:12). No importa cuántas buenas palabras digamos y cuántas buenas obras hagamos, no serán aceptadas si no tienen ni un solo ojo puesto en la honra de Dios en ellas. Careceremos de una buena conciencia cuando no exista tal motivación o cuando la conciencia se subordine a nuestros intereses. Muchos deciden hacer esto, y cumplen con sus deberes siempre y cuando se ajusten a sus propios intereses.
(e) Acuda Con Frecuencia a la Sangre de Cristo
Sea frecuente y concienzudo al hacer un uso creyente de la sangre de Cristo, la sangre de la aspersión. Por tanto, sus conciencias podrán ser rociadas y purificadas de las obras muertas (Hebreos 9:14 y 10:22). La gran base de nuestra paz no radica en cuán sinceros y concienzudos somos, sino en cómo Él satisfizo la justicia divina. Muchos de nuestros actos y deberes están muertos a menos que sean rociados y purificados con el poder de Su sangre. Serán como un montón de pesos muertos en la conciencia. No puede haber una buena conciencia si se descuida esto.
Conclusión
Nada [como una buena conciencia] hará que su vida sea más feliz y agradable. Pero si es descuidada o menospreciada, todos sus conocimientos, debates acerca de la religión, degustaciones de la buena Palabra de Dios, todas sus oraciones, o cualquier otra cosa que usted pueda nombrar, no tendrá ningún propósito. Se lo dejamos a usted delante de Dios y se lo aplicamos directamente a su conciencia, para que se esfuerce por tener siempre una buena conciencia, limpia de ofensas hacia Dios y hacia los hombres.