¿Puede el Celo Verdadero Aprender del Celo Ciego?

El celo ciego no es, por supuesto, algo bueno. No está basado en el conocimiento de la verdad (Romanos 10:2). Puede lograr mucho y llegar muy lejos, pero todo en la dirección equivocada (Gálatas 1:14). Entonces, ¿qué podemos aprender de él? Bueno, ¿nunca se ha sentido reprendido por la dedicación y devoción que otros tienen a una religión falsa o a una secta? Puede ser un reto para nuestra autocomplacencia y hacernos reflexionar sobre el celo verdadero. ¿No debería la verdad hacernos igualmente, si no más, apasionados y dedicados? Es verdad que el celo ciego a menudo se orienta hacia sí mismo porque se trata de ganar la salvación. Pero, ¿no debería la salvación por medio de la fe producir en nosotros el verdadero celo (Tito 2:14)? El celo es importante (Gálatas 4:18). Pero, ¿enseña la Biblia que el celo verdadero puede aprender del celo falso?

Sí, Miqueas 4:5 dice: «Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre». Miqueas parece señalar un tiempo bajo el evangelio cuando los conversos procurarán renunciar a todas las herejías y sectas. Antes bien, se adhieren constante y celosamente a Dios y a la profesión de la religión cristiana. Sin embargo, como señala George Hutcheson, parece que se provocarán a sí mismos a esto, mediante el ejemplo de idólatras perseverantes en sus caminos de falsa religión. Esta es una evidencia de la gloria de la Iglesia y provee aliento para los piadosos. Israel tuvo varios períodos de apostasía en los que adoptó las prácticas religiosas falsas de las naciones paganas que los rodeaban. He aquí una promesa de un tiempo mejor en el que la Iglesia demostrará ser constante en la verdadera religión. Vivimos en tiempos inestables y cambiantes y hay una gran necesidad de ser constantes. Hay un falso celo religioso en los Nuevos Ateos y otros activistas, así como en aquellos que profesan una religión falsa. En lugar de preocuparnos, el compromiso de ellos por una mala causa debe ser un estímulo para que nos dediquemos a la causa de la verdad.

1. El Celo Verdadero Puede Aprender la Constancia

La constancia en adherirse a la verdadera religión es la gran gloria de una Iglesia. Es un aliciente para los piadosos, para quienes las recaídas son una triste aflicción.

2. El Celo Verdadero Puede Aprender la Dependencia de Dios

La profesión y religión cristianas consisten en caminar en el nombre del Señor. Esto significa profesar y practicar según la norma revelada «en el nombre de Jehová nuestro Dios». Significa no tratar de ser sabios más allá de lo que está escrito o hacer estas cosas con nuestras propias fuerzas (1 Samuel 17:45; Salmo 118:11). Tendremos el aliento que necesitamos de parte de Dios. La frase «en el nombre» es la misma que «a la luz de Jehová», es decir, la luz para dirección y consuelo (Isaías 2:5; Isaías 2 es un pasaje paralelo).

3. El Celo Verdadero Puede Aprender la Resolución

Aquellos que pretenden andar por estas sendas y adherirse a ellas, deberían garantizar a Dios su pretensión por medio de un pacto. Deben estar llenos de gran afecto hacia su Dios del pacto. Para cumplir con nuestro deber de manera correcta necesitamos renovar frecuentemente nuestras resoluciones y motivos. Esto nos mantendrá alerta. De esta manera, ellos sacaron razones para nuevas resoluciones a partir de aquellos que sirven a los ídolos.

4. El Celo Verdadero Puede Aprender la Perseverancia Constante

Las resoluciones eternas, o resoluciones de perseverancia constante, son apropiadas para un deber tan alto como el andar en el nombre de Dios. No hay razón para cansarse de esto. Los beneficios de ser constantes en ello sólo se harán evidentes a medida que el tiempo pasa y llega a su fin. El texto dice: «nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre».

5. El Celo Verdadero Debe Esperar Ver al Celo Ciego

Aun en los días del evangelio, todavía hay muchos que tienen los ojos tan vendados y están tan engañados que no ven la gloria del reino de Cristo. Por el contrario, siguen obstinadamente a sus ídolos. Dice el texto: «aunque todos los pueblos», es decir, muchos, «anden cada uno en el nombre de su dios».

6. El Celo Verdadero Puede Aprender del Celo Ciego

El pueblo del Señor debe (y por gracia lo hará) estar lejos de ser inquietado o atraído por la multitud que abandona al verdadero Dios. Por el contrario, la perseverancia de los idólatras es motivo para que aquellos que buscan a Dios renueven sus propias resoluciones en aras de una mayor obediencia y fidelidad. El celo ciego de ellos hacia los que no son dioses puede enseñarnos nuestro deber hacia el verdadero Dios (vea Jeremías 2:10-11).

Lecturas Adicionales Lea también en el blog la publicación Why Zeal and Reformation go together (Por Qué el Celo y la Reforma Van de la Mano)

Second Reformation Author: George Hutcheson

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