Se dice que la suma del conocimiento humano está aumentando exponencialmente. Es el conjunto de conocimientos producidos y conocidos en el mundo. Antes de la Primera Guerra Mundial, la suma del conocimiento humano se duplicaba cada 100 a 200 años. Después de la Segunda Guerra Mundial, la suma del conocimiento humano se duplicaba cada 25 años. Actualmente, se duplica cada año. Para el 2020, la suma del conocimiento humano se duplicará cada mes. Podemos saber muchas cosas, pero ¿sabemos lo correcto? Más que esto, ¿qué tan bien sabemos las cosas correctas? Esta es nuestra propia necesidad y la de nuestros hijos.
La Iglesia siempre ha utilizado un viejo método para atender esta necesidad. Se llama catequesis. Como dijo William Bridge, la catequesis tiene dos objetivos. En primer lugar, para aumentar el conocimiento. En segundo lugar, para ponerlo a prueba. Debemos permanecer «fundados y firmes en la fe» (Colosenses 1:23). En un sermón sobre este versículo, Thomas Watson muestra que la catequesis es el mejor método para asegurarnos de que estamos cimentados y afirmados en la fe.
La catequesis es lo más importante que se enseña de la manera más memorable. Un catecismo no es sólo un documento o una declaración. Es vivir y mantenerlo en la memoria en lugar de sólo en el papel. Esto lo hace invaluable para futuras referencias. La verdad está lista, en la punta de la lengua (1 Pedro 3:15).
La palabra catequesis es una palabra griega que significa enseñanza y que se usa en Gálatas 6:6 y en otras partes. Es vital que los niños, en particular, vengan a aprender y recordar la verdad bíblica (Deuteronomio 6:6-7). Les enseñamos «a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos» (Salmo 78:4-7).
La Iglesia ha demostrado la eficacia de la catequesis. John Owen observó: «Por lo general se difunde más conocimiento, especialmente entre los jóvenes e ignorantes, mediante el ejercicio catequístico de una hora, que mediante el discurso continuado de muchas horas». Thomas Watson creía que: «Predicar y no catequizar es construir sin fundamento».
La Enseñanza Contra-cultural
Sin embargo, las generaciones recientes la han descuidado. Va en contra de la corriente del pensamiento moderno. Esperamos tener un esclavo digital que nos guarde el conocimiento. Esto puede ser útil en muchos contextos, pero con la verdad es diferente. Como enseñó el Salvador, las verdades más importantes deben «penetrar» en nuestros oídos (Lucas 9:44). Se supone que deben apoderarse de nuestros corazones y de la manera en que pensamos.
La memorización es diferente a simplemente recordar. Memorizar la verdad es comprometerse activamente con ella. También requiere concentración y atención, cosas que van en contra de una era distraída e hiperestimulada. En una cultura que valora la autoexpresión emotiva, el aprendizaje memorístico parece rígido y represivo. Sin embargo, esta ignora la necesidad de cimientos y principios básicos. Cualquier ámbito de aprendizaje o actividad cualificada los requiere.
La Enseñanza a Largo Plazo
La memorización retiene el conocimiento como una preparación necesaria para la explicación y la comprensión. Como observa John Macleod, el enfoque de la Reforma:
tiene por objeto develar la forma de las sanas palabras en las que se expone la verdad del Evangelio. Y cuando lo que estaba asignado a la memoria fue develado por amorosos maestros junto a la chimenea o en la congregación, el beneficio de haber aprendido la letra de tales declaraciones, las cuales eran una valiosa exhibición de la Fe, salió a la luz.
Y además, aquellos que, en los años inmaduros de la infancia, tenían sus mentes llenas con lo que en aquel momento, cuando aprendieron a repetirlo, estaba fuera de su alcance; en los años posteriores, cuando sus capacidades alcanzaron una cierta madurez, tuvieron la oportunidad de trabajar en sus mentes lo que una vez aprendieron únicamente de memoria. Llevaban con ellos desde la infancia un tesoro cuyo bebeficio conocían desde hacía mucho tiempo.
A menudo los que han pasado por un curso de formación catequística en sus primeros días, han llegado a descubrir lo útil que es esta enseñanza para ellos, ya que en los últimos días han llegado a palpar el poder de la verdad. Ellos son como un molino con todo su mecanismo en orden, que esperaba el encendido del agua para que pudiera funcionar. Una vez que se aplica el poder sobre ellos, aprenden para su beneficio las conexiones en las cuales las diferentes porciones de la verdad divina se encuentran unas con otras. Y así comienzan su nueva vida de discipulado con bienes valiosos en su haber. Cuando el pan es arrojado de esta manera sobre las aguas, puede ser hallado cuando más se necesita – en días posteriores. Esto está más allá de la bendición que a menudo acompaña el momento de la revelación y explicación de estas declaraciones a la mente del niño. Se espera que aquellos que imparten un Catecismo muestren su enseñanza y expliquen su significado (Teología Escocesa, págs. 101-102).
La Enseñanza como la de Cristo
David Dickson muestra la importancia de catequizar a partir del ejemplo de Cristo enseñando a Sus discípulos. En Mateo 13:51 Cristo les pregunta si han «entendido todas estas cosas».
Cristo toma en cuenta si Sus discípulos entendieron Sus enseñanzas.
1. Aquellos que escuchan el evangelio deben trabajar para entender lo que escuchan. Cristo les pregunta si han entendido.
2. Los ministros deben usar la catequesis para tomar en cuenta si sus oyentes han entendido su enseñanza. Esto es lo que Cristo hizo cuando les preguntó a los discípulos.
3. No importa la capacidad que tengan, todos deben estar dispuestos a dar cuenta a sus maestros sobre si han progresado en el conocimiento. Los discípulos responden: «Sí, Señor».
Conclusión
La instrucción básica sigue siendo necesaria. La reciente popularidad de los cursos de instrucción como el Curso Alfa lo demuestra. Desafortunadamente, al reinventar la rueda, estos cursos a menudo alteran o diluyen la verdad. El Catecismo Menor de Westminster abarca todo el cuerpo de la verdad de manera integral pero con un tratamiento conciso. Establece que debemos creer concerniente a Dios y qué deber Dios requiere de nosotros. No ha sido posible mejorar su enfoque. Cualquier cristiano se beneficiará de éste y cualquier padre cristiano valorará usarlo con sus hijos. Cualquier ministro encontrará que ayuda a reforzar su predicación.
Un folleto (en inglés) gratuito también nos explica acerca de la catequesis y el valor del Catecismo Menor de Westminster. Entre otras preguntas, responde a la siguiente interrogante sobre la catequesis: ¿Por qué no sólo memorizar versículos de la Biblia?