La Segunda Reforma aplicó los principios de la Palabra de Dios tanto a la Iglesia como a la Nación. Escocia prosperó bajo la bendición de Dios como consecuencia. Los siguientes son algunos de los principios clave afirmados y defendidos durante este período.
1. La Autoridad Suprema de la Palabra de Dios en todos los asuntos de fe, adoración, gobierno y práctica.
2. El principio regulativo de la adoración. La adoración debe incluir sólo lo que Dios ha establecido en Su Palabra. Debemos excluir de la adoración todo lo que Dios no ha establecido en Su Palabra.
3. La Uniformidad. Debe haber una sola forma de doctrina, adoración, gobierno y práctica, de acuerdo a las Escrituras.
4. El Señor Jesucristo es el único Rey y Cabeza sobre la Iglesia. Él ha encomendado el gobierno de la Iglesia a los ancianos que enseñan y administran. El Estado no tiene derecho a interferir en esto.
5. Las naciones y sus gobernantes deben estar sujetos a Dios y reconocerlo a Él y a Su ley. Tienen una obligación de parte de Dios de dar apoyo a la Iglesia de Cristo.
6. El deber de las naciones es hacer un pacto con Dios y continuar con las obligaciones de estos pactos religiosos.
7. Debemos preservar y retener con firmeza cualquier reforma ya alcanzada. Debemos promover la reforma y animar a los demás en la obra de la reforma tanto como sea posible.
8. La Reforma Personal en santidad y piedad de acuerdo a la Palabra de Dios.
9. La Reforma Familiar de acuerdo a la Palabra de Dios. Esto implica especialmente la adoración familiar diaria y la enseñanza del catecismo a los niños sobre la verdad bíblica