¿Demasiado Ocupado para Leer la Biblia?

«Ocupado» es algo así como un símbolo de estatus por el éxito en la actualidad. Todo el mundo está ocupado, es una respuesta típica. ¿Pero es la mejor manera de medir la importancia y la productividad? Nos sentimos abrumados pero las investigaciones nos dicen que en promedio tenemos más tiempo libre en realidad. Es un asunto de cómo usamos nuestro tiempo. Parece que muchos están persiguiendo expectativas cada vez mayores por parte de la sociedad y de ellos mismos que nunca lograrán. ¿Estamos tratando de hacer todo lo posible para proyectar la imagen de una vida perfecta? ¿No sería más sensato y satisfactorio priorizar lo esencial (sin olvidar lo que tiene un significado eterno)? Sin repasar las estadísticas, estamos familiarizados con los cristianos que afirman que están «demasiado ocupados» para leer la Biblia. ¿Cuál es el remedio?

Tenemos que reevaluar nuestro uso del tiempo a la luz de nuestras prioridades. Hacemos tiempo para lo que queremos o debemos hacer. Si valoramos a Dios y a Su Palabra y creemos que ésta debe moldear nuestras vidas y nuestros corazones, entonces tenemos que hacer tiempo para ello. La persona que se deleita en la Palabra de Dios y quiere que su mente sea transformada por ésta, aparta tiempo para ello cada día (Salmo 1:2-3). David Dickson da algunos breves consejos al respecto. Estaba tan comprometido a ayudar con esto que escribió muchas exposiciones de los libros de la Biblia.

El Tiempo es Escaso

Debe establecerse un tiempo diario para la lectura privada de la Palabra del Señor. No todos son apartados para la Palabra y la doctrina (como lo son los ministros). La mayoría tiene, por designación de Dios, vocaciones diarias y empleos necesarios relacionados con los asuntos de esta vida. Cada vocación y empleo tiene su propio quehacer y cada quehacer requiere su propio tiempo, de modo que a muchos les queda poco tiempo además de éste.

Establezca un Tiempo Aparte Diariamente

Las personas que no redimen diariamente tanto el tiempo como los otros deberes necesarios, para ser ejercitados en lo que requiere la Palabra y la oración, están demasiado ocupadas. Están demasiado ocupadas en asuntos temporales y están más involucradas en el mundo de lo que pueden justificar. Puede que haya una oración espontánea secreta a Dios mezclada con sus asuntos externos. Su conciencia también necesita examinar cada acción – como un constructor usando un nivelador y el ojo – para ver si está conforme a la norma de la Palabra.

Incluso los Más Importantes Tienen Tiempo

Supongamos que alguien estuviera tan plenamente empleado como un rey con tantos reinos que gobernar como lo estaba David, rey de Israel. No obstante, no podría ser excusado por esto al descuidar la Palabra de Dios y la oración. David más de una vez al día y aun en la noche a menudo encontraba tiempo para invocar a Dios, alabar Su nombre, y versarse a sí mismo en Su Palabra (Salmo 119:55, 62, 164).

Deléitese en la Palabra de Dios no en los Placeres Mundanos

Que los hombres de este mundo descuiden la lectura de las Escrituras y todos los deberes religiosos importantes. Ellos tienen su parte en esta vida y han establecido en sus corazones los ídolos inmundos del lucro mundano, el placer y la promoción. Con el fin de obtenerlos y conservarlos, se sirven no sólo de todos los hombres, sino también de Dios y de la religión únicamente en la medida en que les sirvan para esos propósitos degradantes.

Que los tales (digo yo) descuiden la lectura de las Escrituras, pero que no lo hagan los hijos de Dios. Ellos mantienen su condición aquí y las esperanzas de vida eterna que vendrán por la fe en Cristo. Con el fin de avanzar en Su causa y reino, están resueltos a llevar Su cruz hasta las puertas del cielo si esa es la voluntad de Dios. La pondrían en el umbral con agradecimiento y alabanza por haber sido considerados dignos de sufrir por Su nombre. Que estas almas benditas no caminen por el camino de los impíos, sino que se deleiten en la ley de Dios y mediten en ella día y noche (Salmo 1:2-3).

Haga Uso de las Ayudas

Las breves explicaciones de la Biblia son útiles. Éstas no sólo deben mostrar el significado general y el objetivo de cada libro y capítulo, sino también la conexión entre los versículos y el significado de las palabras. También deben exponer las doctrinas claves que se enseñan en cada lugar ella. Por esta vía la gente puede ver toda la base de la doctrina cristiana en el texto de la Escritura. Entonces estarían protegidos contra todos los errores condenables (que fácilmente entrampan a aquellos que no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios). Esto debe hacerse con tal brevedad y claridad que los hombres, en su lectura diaria de la Palabra del Señor, puedan leer durante media hora una porción suficiente de la Escritura, explicada de esta manera. Dickson y otros escribieron muchas de estas exposiciones; para más información lea 7 Razones para Estudiar la Biblia con los Covenanters.

Lecturas Adicionales

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Second Reformation Author: David Dickson

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