Hoy en día usted puede conseguir un avalúo instantáneo de casi todos sus bienes. Sin embargo, tales informes nunca incluirán el valor personal que usted les da. Algunas de nuestras posesiones son valiosas para nosotros personalmente, mientras que otras son extremadamente valiosas o preciosas. Cristo es infinitamente precioso en Sí mismo, pero también debe ser infinitamente precioso para nosotros personalmente. Si Él no lo es, no tenemos la fe verdadera. «Para vosotros, pues, los que creéis, Él es precioso» (1 Pedro 2:7). Necesitamos saber inequívocamente si Cristo es precioso para nosotros.
Como explica Andrew Gray, la verdadera fe valora a Cristo. «La fe es esa gracia que da a un cristiano una visión más amplia y comprehensiva de Cristo. Aparta el velo frente al rostro de Cristo, y presenta Su hermosura al alma». «La fe es esa gracia mediante la cual el cristiano mantiene una mayor comunión y compañerismo con Dios: ‘Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones’ (Efesios 3:17)». La fe también «describe y hace precioso a Cristo para el alma. Le presenta la necesidad absoluta de abrazar a Jesucristo, y eso hace que Cristo sea precioso para el alma». Podemos hablar mucho acerca de Cristo y amar al Salvador, pero ¿es realmente precioso para nosotros? Gray nos brinda 8 formas diferentes mediante las cuales podemos saberlo con seguridad.
1. Si usted tiene un Deseo de Santidad.
Aquellos para quienes Cristo es precioso tienen un deseo de Su imagen. Es decir, tendrán un deseo de santidad. «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Salmo 51:10). ¡Oh, cristianos! ¿no desean llevar la imagen del segundo Adán como han llevado la imagen del primero? (véase 1 Corintios 15:49).
2. Si usted tiene un Deseo de hacer Uso Constante de Cristo.
Aquellos para quienes Cristo es precioso desearán hacer un uso continuo y constante de Cristo. Harán uso de Él para:
- justificación: para que sean purificados y tengan los preciosos rasgos de Cristo dibujados en ellos;
- sabiduría: para que sean dirigidos correctamente a través de este desierto;
- redención: para que sean liberados de sus enemigos espirituales. ¡Oh cristianos! ¿se atreven a decir alguna vez que un ídolo los ha atacado y que ustedes no lo han abrazado? ¡Oh! Me temo que hay muchos que pueden reconocer que esto es cierto.
3. Si usted tiene un Deseo de Mayor Compañerismo y Comunión con Dios.
Aquellos para quienes Cristo es precioso poseen un deseo de tener más compañerismo y comunión con Dios. «¡Oh, si él me besara con besos de su boca!» (Cantares 1:2). «Atráeme» (Cantares 1:4). ¿Cree usted que toda ausencia de Cristo (sin importar cuán corta sea) es como una eternidad? Si es así, esto es evidencia de que Cristo es precioso para usted.
4. Si usted tiene un Deseo de la Presencia de Cristo.
Aquellos para quienes Cristo es precioso se sienten excesivamente cargados durante Sus ausencias y se alejan de ellas. La esposa buscó a Aquel a quien su alma amaba; ella lo buscó, pero no lo encontró. Ella continuó buscándolo hasta que lo encontró (Cantares 3:1-3). La esposa manifestó su respeto por Cristo en estas tres cosas:
(a) La ansiedad de un cristiano no se satisface con ninguna otra cosa que no sea Cristo. María Magdalena menospreció a los ángeles, «se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto» (Juan 20:13). Ella, por así decirlo, le dio la espalda a los ángeles porque para ella no existía ningún otro sino Cristo. La felicidad de un cristiano yace en estas palabras: «se han llevado a mi Señor».
(b) La ansiedad de un cristiano se manifiesta en una insatisfacción con todas las formas de gracia sin Cristo. Esto es claro en Cantar de los Cantares 3:1-3. Allí ella tuvo la gracia de la fe, del amor, de la diligencia, de la paciencia y de la sumisión; pero a pesar de ello, Aquel que ella deseaba estaba ausente.
(c) La ansiedad de un cristiano se manifiesta en una baja estima de todas las cosas que se quedan cortas ante Cristo. «Al Señor busqué en el día de mi angustia; alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba consuelo» (Salmo 77:2).
5. Si tiene un Deseo de Entender los Tratos de Cristo hacia usted.
Aquellos para quienes Cristo es precioso son espiritualmente observadores. Guardan registro de los tratos de Cristo para con ellos (tanto como pueden) cuando Él ha retirado Su presencia. Cuando Él está presente ellos toman nota especial, y de cuando se les permite probar de las manzanas del árbol de la vida.
6. Si usted tiene un Deseo de Evitar Ofender a Cristo.
Aquellos para quienes Cristo es precioso serán, en mayor o menor medida, contristados por haberlo contristado y ofendido a Él. Me temo que debo decir para vergüenza de la mayoría de nosotros, que el pecado nunca nos fue una carga. ¡Oh, cristianos! ¿Puede Cristo ser precioso para ustedes y sin embargo no vacilan en ofenderle?
7. Si usted tiene un Deseo de darle Mayor Valor al Compañerismo con Cristo.
Aquellos para quienes Cristo es precioso tendrán una alta estima por la unión y la comunión con Cristo. ¿Qué es lo que más persiguen los corazones de los cristianos? Me temo que no van tras Cristo. Hay algunos cuyos corazones andan en pos del mundo; hay otros cuyos corazones andan en pos de los placeres del mundo; hay otros cuyos corazones andan en pos de los aplausos del mundo; y hay otros cuyos corazones andan en pos de la codicia por las cosas del mundo (Ezequiel 33:31). ¡Oh, por lo tanto, esfuércense por abrazar a Jesucristo!
El diablo le permitirá que entregue todos sus miembros a Jesucristo, pero le dirá: «Dame tu corazón». Dejará que le entregue sus ojos, oídos, manos y pies a Cristo, pero le dirá: «Dame tu corazón». Hay tres tipos de personas que no son de corazón recto.
(a) Aquellos con un corazón dividido. El diablo ciertamente tiene los corazones de los que son de «doble ánimo» (Santiago 4:8).
(b) Aquellos cuyos corazones están enteramente entregados al diablo. Hay algunos cuyos corazones no están divididos, a saber, los ateos. Esto queda claro en Oseas 4:17, «Efraín es dado a ídolos; déjalo»; o, como la palabra literalmente quiere decir, «está casado con sus ídolos». Seguramente Cristo no es precioso para alguien así. ¡Oh, cristianos! ¿Acaso el mundo no tiene tus primeros pensamientos cuando te levantas por la mañana y tus últimos pensamientos cuando te vas a dormir por la noche? Por eso, me temo que nuestros ídolos siempre tienen más de nuestros pensamientos que Cristo mismo.
(c) Aquellos cuyos corazones están luchando contra sus deseos predominantes, pero que están cayendo al suelo a merced de ellos. No están luchando en la manera correcta. No obstante, puedo decir que no hay muchos entre nosotros cuya principal preocupación sea luchar contra el diablo y sus tentaciones.
8. Si usted tiene un Deseo por los Deberes que Conducen a la Comunión con Dios.
Aquellos para quienes Cristo es precioso tendrán cierto deleite en los deberes que conducen a la comunión y el compañerismo con Dios. La Esposa busca a Cristo por un principio de deleite, fe y necesidad (Cantares 3:1). ¡Oh, cristianos! ¿Por qué oran así? Creo que la mayoría de nosotros oramos sólo por el principio de satisfacer nuestra conciencia natural. El que se deleita realmente en el deber tiene una baja estimación y consideración de todas las cosas que carecen de Cristo. Sólo tienen una alta estima por Cristo mismo.